Consideramos que las empresas son un buen sitio para aprender un idioma nuevo o mejorar uno que ya conozcamos porque se aprende en un entorno que fomenta la práctica. A los compañeros de trabajo se les ve a diario y es fácil ayudarse unos a otros si hay dudas.

Además, los alumnos están más motivados cuando ven que su aprendizaje tiene una aplicación práctica casi inmediata. Las lecciones se adaptan al entorno en el que se va a utilizar la lengua, por lo que los alumnos aprovechan todo lo que aprenden y además pueden preguntar dudas que les hayan surgido durante la jornada laboral con las que puede aprender todo el grupo.

¿Vosotros preferís aprender una lengua en una academia o en vuestra empresa?